¿Te duele cuando muerdes? ¿Por qué?
"¿Por qué al morder me duele el diente?".
Los dentistas experimentados escuchan esta pregunta a diario. El dolor de muelas se describe en la literatura como un problema frecuente y muy molesto. Los dentistas suelen realizar muchas pruebas para determinar la causa exacta de un dolor de muelas y formular un plan de tratamiento adecuado.
Analicemos algunas preguntas frecuentes de los pacientes sobre este problema dental para llegar a una solución sólida.
¿Qué significa que duela morder un diente?
Generalmente, al igual que ocurre en el resto del cuerpo, el dolor se experimenta cuando se estimulan las fibras nerviosas asociadas a un diente. Al morder es probable que se estimulen las fibras nerviosas asociadas asociadas (o, más concretamente, las fibras nerviosas A-delta fibras nerviosas) para enviar señales de dolor al cerebro debido a una patología asociada del diente.
Por lo tanto, si experimenta molestias al morder, es probable que exista una patología dental que irrite los nervios del diente asociado.
Múltiples afecciones, alteraciones y enfermedades bucales pueden desencadenar un dolor de muelas, desde caries hasta desgaste del esmalte. Sin embargo, en algunos casos, el dolor de muelas al morder también puede deberse a problemas no dentales, como infecciones sinusales o trastornos de la articulación temporomandibular (ATM). Además, una intervención dental reciente o un cambio en la alineación de la mordida pueden causar temporalmente sensibilidad o molestias. Por lo tanto, identificar la causa específica es esencial para un tratamiento eficaz.
¿Cuáles son las causas más probables?
El dolor debido a la presión de morder puede atribuirse a varias causas, como las siguientes:
1. Sensibilidad dental
Una de las causas más frecuentes del dolor al morder es la sensibilidad. Esto ocurre cuando el esmalte del diente se desgasta o las encías empiezan a retraerse, dejando al descubierto la dentina. La dentina contiene tubos microscópicos que conectan directamente con el nervio del diente.
Cuando esas trompas se exponen a estímulos, como cambios de temperatura o presión, pueden provocar un dolor agudo y repentino.
El cepillado excesivo, los alimentos ácidos o incluso rechinar los dientes pueden acelerar el desgaste del esmalte y dejar los dientes expuestos. Si esta es tu situación, puede que estés experimentando sensibilidad. Afortunadamente, los dentífricos desensibilizantes, los tratamientos con flúor e incluso un cambio en el estilo de cepillado pueden ayudar a detener el daño.
Sin embargo, si la sensibilidad empeora, su dentista puede recomendarle tratamientos como agentes adhesivos, barnices para cubrir la dentina expuesta u otro tratamiento restaurador como un composite. En casos graves, es posible que necesite injertos de encía para proteger las raíces dentales expuestas.
2. Rechinar los dientes (bruxismo)
El rechinar de dientes o bruxismo puede causar dolor al morder, ya que presiona constantemente la mandíbula y los dientes. Esmalte desgastado, dientes flojos e incluso dolor de mandíbula son algunos de los efectos potenciales del rechinamiento. Si te levantas con la mandíbula dolorida o notas que tus dientes están más sensibles, es posible que estés rechinando los dientes sin saberlo.
Además, el bruxismo crónico también puede provocar microfracturas en los dientes, que pueden no ser visibles pero contribuir al dolor al masticar. A la larga, si la afección no se trata adecuadamente, el traumatismo constante que sufren los dientes puede provocar un desgaste excesivo, inflamación de los nervios e incluso necrosis dental, lo que requiere tratamientos aún más complejos y costosos. Aunque los protectores nocturnos personalizados pueden ayudar a proteger los dientes de la presión excesiva y evitar que los dientes se desgasten entre sí, no solucionan la causa.
3. Enfermedad de las encías
La enfermedad de las encías es otra posible causa de que te duelan los dientes al morder. Comienza con la gingivitis, una inflamación de las encías causada por la placa bacteriana, y puede evolucionar a periodontitis, una infección más grave del hueso sobre el que se fijan los dientes.
Mientras que la gingivitis es una inflamación leve y reversible de las encías, la periodontitis implica la pérdida permanente de los tejidos blandos de soporte que rodean los dientes, lo que hace que el tratamiento sea más complejo y difícil.
En la mayoría de los casos, el dolor se debe a la infección, que inflama y sensibiliza las encías y, por tanto, los dientes circundantes. Si no se trata, la enfermedad de las encías puede provocar la pérdida de los dientes.
Sin embargo, el cepillado, el uso del hilo dental y la limpieza dental pueden prevenir la enfermedad de las encías e incluso revertirla si se encuentra en su fase más temprana. Tener un cepillo de dientes que sea eficaz para eliminar la placa de los dientes, como un Cepillo de dientes eléctrico sónico inteligente, puede ser una ayuda valiosa para evitar que la enfermedad de las encías se convierta en un problema.
En algunos casos, la enfermedad de las encías puede causar la formación de abscesos, que pueden requerir drenaje o tratamiento antibiótico para controlar la infección.
Afortunadamente, la enfermedad de las encías suele ser una enfermedad prevenible. Manteniendo a raya las bacterias y la placa dental, puedes prevenir las graves y complejas consecuencias de esta enfermedad bucodental.
4. Dientes flojos o desplazados
Puede que pienses que los dientes flojos son sólo cosa de kids, pero los adultos también los sufren. Los dientes se aflojan o se mueven por muchas razones, y esto resulta doloroso al morder. Esto suele estar vinculado a la enfermedad de las encías, trauma, o incluso normal envejecimiento.
Aunque la pérdida de hueso alrededor de los dientes suele estar causada por una enfermedad periodontal no tratada, otros problemas bucales también pueden contribuir a la movilidad y el dolor al masticar. La mayoría de las veces, estos problemas están relacionados con los tejidos de soporte que rodean los dientes, creando una incómoda sensación de inestabilidad al comer.
Si tienes los dientes flojos, debes acudir al dentista para que determine si se trata de un problema temporal o más grave. A veces es necesario un tratamiento de ortodoncia o incluso una extracción para estabilizar de nuevo la mordida. Los dientes flojos son dolorosos, pero una intervención precoz de la causa puede evitar complicaciones mayores.
5. Cavidades
Las caries son una causa clásica de dolor dental, y a menudo pasan desapercibidas hasta que el dolor se hace insoportable. Las caries se producen cuando el esmalte se erosiona y acaba llegando al interior del diente, que es muy sensible. Si la caries es lo bastante profunda, puede doler al morder, sobre todo si la caries está cerca del nervio.
Afortunadamente, las revisiones dentales rutinarias y un tratamiento a tiempo pueden detener las caries antes de que lleguen a la fase de dolor. Si ya sientes dolor, puede ser necesario realizar empastes o una endodoncia, dependiendo del grado de caries.
Si no se tratan, las caries profundas pueden dar lugar a infecciones o abscesos, que requieren procedimientos más extensos, como la endodoncia o la extracción, y acarrean otras consecuencias graves a largo plazo.
6. Muelas del juicio impactadas
Las muelas del juicio son causa de dolor en la mayoría de las personas, especialmente cuando están retenidas. Las muelas del juicio retenidas carecen de espacio suficiente para salir de la encía de forma normal. Cuando tienes una muela del juicio retenida, puedes sentir dolor al morder.
Las infecciones alrededor de las muelas del juicio retenidas, conocidas como pericoronitis, pueden causar inflamación, dolor y dificultad para abrir la boca. Este es un problema común en los adolescentes, típicamente relacionado con la inflamación y el malestar que proviene de la encía alrededor de las muelas del juicio.
Aunque puede esperar algunas molestias leves durante la erupción de los terceros molares, la pericoronitis sólo puede resolverla un profesional de la odontología. Por lo tanto, si usted está en sus últimos años de adolescencia o principios de los veinte y comienza a sentir dolor en la parte posterior de la boca, entonces es probable que sea el momento de programar una cita con un dentista para determinar si sus muelas del juicio están impactadas.
7. Trastornos de la ATM
Si alguna vez ha sentido dolor en la mandíbula, chasquidos al abrir la boca o problemas al masticar, es posible que padezca un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM). La ATM es la articulación que une la mandíbula al cráneo, y cuando esta articulación está inflamada o desalineada, puede producir dolor que puede irradiarse a través de la mandíbula y los dientes.
Puede ser el resultado de estrés, traumatismos o incluso malas posturas. El tratamiento va desde la fisioterapia y las férulas de mordida hasta tratamientos más invasivos como la cirugía en casos graves. Los trastornos de la ATM pueden ser extremadamente dolorosos, pero con el tratamiento adecuado, el dolor puede controlarse.
Además, apretar la mandíbula debido al estrés puede exacerbar las molestias relacionadas con la ATM. Los masajes, las técnicas de relajación y la fisioterapia pueden ayudar a aliviar la tensión en la articulación.
8. Infecciones sinusales
Puede que le sorprenda saber que las infecciones sinusales pueden provocar dolor referido en los dientes. Cuando los senos paranasales están inflamados debido a una infección, pueden presionar los dientes superiores, sobre todo las muelas, causando dolor al morder. A menudo, el dolor se confunde con un dolor de muelas. Esto ocurre porque los molares superiores están profundamente conectados al seno maxilar, creando una conexión que puede afectar a las fibras nerviosas del interior de los dientes sin que exista ningún problema dental.
Además del dolor en los dientes, también puedes experimentar presión en los senos paranasales, congestión y secreción nasal. Si el culpable es una infección sinusal, tratar la infección con descongestionantes o antibióticos puede aliviar el dolor en los dientes.
9. Síndrome del diente agrietado
A menudo los pacientes se preguntan por qué les duele un diente sin caries. La causa de tal experiencia podría ser el síndrome del diente fisurado.
A veces, su diente desarrollará grietas o fracturas en su estructura externa. Esto puede ser debido a morder un objeto duro que el esmalte de su diente no pudo soportar. Sin tratamiento, las grietas pueden profundizarse y provocar infecciones o incluso la pérdida del diente.
Este síndrome puede ser difícil de reconocer, ya que las pequeñas grietas no suelen ser evidentes en una radiografía. Un dentista debe evaluar el diente con buena iluminación para notar una fisura. Un rasgo característico de este síndrome es el dolor agudo al soltar la mordida. Por lo tanto, si sus síntomas son similares, la causa probable de su dolor podría ser una molesta grieta.
10. Traumatismo por oclusión debido a un relleno alto
Los dentistas suelen evaluar la mordida utilizando un papel articulado para determinar si sus dientes cierran correctamente si le acaban de empastar una caries. Su diente tratado no debe sentirse inusualmente alto a pesar del empaste.
Si su diente está sobrecargado y no se reduce, al morder u ocluir los dientes se transmitirá presión a las estructuras de soporte del diente alrededor de su raíz, conocidas como ligamentos periodontales. Estos ligamentos, al morder, se inflamarán, causando dolor. Esto se conoce como traumatismo por oclusión, que se define mejor en un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina como "lesión tisular debida a una oclusión distorsionada."
Aunque puede ser una complicación frecuente de los empastes dentales, puede prevenirse fácilmente con la comunicación adecuada con su dentista. Informe y explique cualquier molestia o protuberancia en la mordida inmediatamente después de su restauración para evitar complicaciones posteriores.
11. Absceso
La presencia de un absceso alrededor de las raíces de sus dientes podría causar un dolor significativo al morder. La Asociación Dental Americana describe un absceso dental como "Una infección causada por caries, enfermedad periodontal o un diente agrietado." Un absceso dental debe tratarse lo antes posible. De lo contrario, una hinchazón desagradable alrededor de su diente continuará expandiéndose, debilitando su mandíbula.
Es mejor evitar un absceso manteniendo una buena higiene bucal y utilizando ayudas eficaces como un cepillo eléctrico. Los cepillos eléctricos inteligentes limpian eficazmente los dientes para prevenir la aparición de caries, que pueden provocar abscesos si no se tratan a tiempo. Usar hilo dental con regularidad también garantiza que no queden restos de comida entre los dientes, que pueden actuar como caldo de cultivo de bacterias dañinas que provocan caries.
¿Cómo debo tratar este dolor?
Su tratamiento depende de la causa y la gravedad de la afectación. En consecuencia, el primer paso es obtener un diagnóstico adecuado de un dentista certificado. El dentista evaluará su mordida, tomará radiografías, comprobará la sensibilidad de sus dientes y elaborará un plan de tratamiento basado en los resultados clínicos y radiográficos.
Lo mejor es evitar que se desarrolle cualquier patología para evitar experimentar cualquier dolor en primer lugar. Puedes mantener tus dientes y encías sanos siguiendo un estricto protocolo de mantenimiento de la higiene bucodental, que incluye cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental y enjuagues bucales según las indicaciones de tu dentista.
Además del tratamiento profesional, también puede conseguir un alivio temporal del dolor evitando los alimentos duros, utilizando pasta de dientes desensibilizante y aplicando compresas frías para la hinchazón.
¿Cómo optimizo mi limpieza?
La clave para limpiar eficazmente los dientes es utilizar las herramientas adecuadas. Oclean ofrece una gama de cepillos dentales inteligentes que son más eficaces a la hora de eliminar la placa y los restos de comida de alrededor de los dientes que el cepillo manual tradicional. Cepillo eléctrico sónico sónico también distribuyen eficazmente el flúor de la pasta dentífrica a los dientes. El flúor fortalece los dientes, por lo que es poco probable que se agrieten o fracturen.
Además, puedes utilizar dentífricos remineralizantes y otros tratamientos con flúor para fortalecer el esmalte y reducir la sensibilidad.
Cuándo buscar atención dental inmediata
Cualquier dolor dental es un buen motivo para una consulta odontológica profesional. La mayoría de los problemas dentales tratables pueden empeorar rápidamente sin la intervención adecuada. Por tanto, si el dolor es intenso, persistente o va acompañado de inflamación, pus o fiebre, indica una infección que requiere tratamiento urgente.
Además, un dolor repentino después de un procedimiento dental podría significar que se necesita un ajuste o que un problema subyacente ha empeorado.
Recuerde que una intervención precoz puede evitar intervenciones dentales más extensas y costosas en el futuro.
Conclusión
El dolor al morder puede ser una experiencia aterradora. No sólo es una gran causa de preocupación, sino que también impide a las personas disfrutar plenamente de sus comidas, y la causa asociada puede perpetuarse aún más si no se trata adecuadamente. Para evitarlo, lo mejor es cuidar la higiene bucal y acudir con frecuencia al dentista para las revisiones dentales rutinarias.
Referencias
1. Fan, J., & Caton, J. G. (2018). Trauma oclusal y fuerzas oclusales excesivas: Revisión narrativa, definiciones de casos y consideraciones diagnósticas. Journal of periodontology, 89 Suppl 1, S214-S222. https://doi.org/10.1002/JPER.16-0581
2. INGERSOLL, W. B., & KERENS, E. G. (1952). Un tratamiento para el trauma oclusal excesivo o bruxismo. Journal of the American Dental Association (1939), 44(1), 22-26. https://doi.org/10.14219/jada.archive.1952.0032
3. Sanders JL, Houck RC. Dental Abscess. [Actualizado 2023 Feb 20]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2025 Jan-. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK493149/
González-Sánchez, B., García Monterey, P., Ramírez-Durán, M. D. V., Garrido-Ardila, E. M., Rodríguez-Mansilla, J., & Jiménez-Palomares, M. (2023). Disfunciones de la articulación temporomandibular: Una revisión sistemática de los enfoques de tratamiento. Revista de medicina clínica, 12(12), 4156. https://doi.org/10.3390/jcm12124156