De hecho, perder los dientes de leche es un evento importante y representa un desafío tanto para los padres como para los niños. En ese momento, los padres siempre se preguntan: "¿Cuándo empiezan los niños a perder los dientes y qué pueden hacer al respecto?"
En general, la mayoría de los niños comienzan a perder los dientes de leche alrededor de los 6 años, pero algunos pueden empezar antes a los 4 años o más tarde a los 7 años, dependiendo del trasfondo genético, la salud y la dieta. La mayoría de los niños han perdido todos sus 20 dientes de leche a los 13 años y los han reemplazado por dientes permanentes.
Esta guía ofrece una visión completa sobre el calendario de la pérdida de los dientes de leche, los factores que afectan la pérdida temprana o retrasada de los dientes, problemas comunes como la sensibilidad o el desalineamiento, y consejos para facilitar la transición. También encontrará remedios efectivos para el malestar y recomendaciones sobre cómo elegir las herramientas de higiene bucal adecuadas para que esta fase sea suave y agradable.
El calendario de la pérdida de los dientes de leche
Los dientes de leche, también conocidos como dientes primarios, comienzan a desarrollarse en el útero. Estos 20 dientes permiten al niño masticar, hablar y mantener el espacio adecuado para los dientes permanentes. A medida que el niño crece, las mandíbulas se expanden, dejando espacio para que los dientes adultos más grandes reemplacen los dientes de leche.
¿Pero cuándo comienzan los niños a perder los dientes de leche? Generalmente, esto ocurre a los 6 años, pero a veces sucede entre los 4 y los 7 años. El proceso comienza con los incisivos centrales inferiores, seguidos de los incisivos centrales superiores. Gradualmente, con el tiempo, otros dientes, como los incisivos laterales, los caninos y los molares, se caen, pero generalmente, los últimos dientes de leche se pierden entre los 12 y 13 años.
La secuencia de la pérdida de dientes generalmente sigue el patrón en el que erupcionan los dientes de leche. Este patrón libera espacio para los dientes permanentes sin provocar apiñamiento. Sin embargo, no siempre sigue este patrón. La pérdida temprana debido a caries o accidentes puede provocar desalineación, mientras que una pérdida retrasada puede dificultar la erupción de los dientes permanentes.
Recuerde, cada niño es diferente. Algunos estarán mucho más cerca de la línea de tiempo promedio que otros. Algunos tendrán desviaciones debido a diversas razones, como condiciones genéticas, prácticas de higiene bucal, ingesta nutricional, etc. Si tiene alguna preocupación sobre la salud bucal de su hijo, hable con su dentista. Él o ella puede orientarlo según sus necesidades y preocupaciones.
Factores que afectan la pérdida temprana o tardía de los dientes
La edad promedio para la pérdida de los dientes de leche es alrededor de los seis años, pero los niños pueden variar en cuanto al momento. Puede ocurrir muy temprano o incluso un poco tarde, dependiendo de varios factores que ayudarán a los padres a gestionar de manera proactiva la salud bucal de sus hijos.
Pérdida precoz de dientes
La mayoría de los casos de pérdida prematura de dientes se atribuyen a traumatismos por caídas o lesiones deportivas, condiciones como caries graves y otras causas similares. Perder un diente de leche a una edad inapropiada podría permitir que los dientes circundantes se deslicen hacia este espacio una vez que el diente de leche caiga, lo que provocaría hacinamiento o alineación irregular cuando aparezcan los dientes permanentes. A veces, un diente permanente podría erupcionar demasiado pronto, y el espacio puede resultar en dientes irregulares.
Retraso en la pérdida de dientes
Algunos niños retienen sus dientes de leche más tiempo de lo normal. Esto puede deberse a una predisposición genética, a la falta de una nutrición adecuada o simplemente a condiciones como la anquilosis, en la que el diente de leche se fusiona con el hueso de la mandíbula y no se afloja. En tales casos, los dientes permanentes salen en posiciones incorrectas o pueden causar molestias porque rozan contra el diente retenido.
Cuándo buscar ayuda
Es importante estar atento a la pérdida de dientes de su hijo. Si los dientes de leche comienzan a caerse antes de los cuatro años o persisten más allá de los trece años, consulte a un dentista. Una evaluación profesional puede identificar problemas subyacentes y prevenir complicaciones como el mal alineamiento o el apiñamiento, asegurando que los dientes permanentes de su hijo tengan las mejores posibilidades de desarrollarse correctamente.
Cuidar los dientes de su hijo durante la transición
Cuando los niños comienzan a perder sus dientes de leche y estos dientes primarios son reemplazados por dientes permanentes, necesitan especialmente educación sobre la higiene adecuada para tener una salud dental óptima durante toda su vida. Dado que es una parte esencial para lograr una vida saludable para su hijo, debe actuar como un instructor mostrando a su hijo una correcta higiene dental.
Cepillarse los dientes y usar hilo dental a diario
Enseñe a su hijo a cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental con flúor. Use un cepillo de dientes de cerdas suaves que sea del tamaño adecuado para la boca de su hijo. Para los niños más pequeños, supervise para asegurarse de que cepillen todas las superficies de sus dientes. El uso de hilo dental debe ser introducido temprano para limpiar entre los dientes y prevenir la acumulación de placa, especialmente después de que comienzan a erupcionar los dientes permanentes y el espacio entre ellos se vuelve más estrecho.
Una dieta saludable para dientes fuertes
La nutrición juega un papel importante en el mantenimiento de la salud bucal. Ofrezca alimentos que contengan calcio. Estos alimentos suelen ser productos lácteos, verduras de hoja verde y cereales fortificados. Reduzca el consumo de bocadillos azucarados y bebidas azucaradas que pueden causar caries. En su lugar, deben ser reemplazados por agua para enjuagues y para la hidratación general.
Manejar los dientes flojos
Una vez que el diente de leche comience a aflojarse, debe dejarse caer de forma natural. Los niños tienden a mover el diente con la lengua o los dedos, lo que puede hacer que se caiga sin dolor. Nunca debe ser arrancado, ya que esto podría dañar las encías o las raíces del diente permanente en crecimiento. Si un diente es especialmente rebelde o causa molestias, se debe consultar a un dentista para una extracción profesional.
Revisiones dentales rutinarias
Es durante el período de transición cuando se anima a los niños a realizarse chequeos dentales regulares, preferentemente cada seis meses. Los chequeos regulares siguen la erupción de los dientes, abordan el apiñamiento y la sensibilidad, y realizan una limpieza profesional.
Un cuidado adecuado y una orientación correcta pueden permitir que los niños pasen por esta fase con poco dolor y dientes permanentes saludables y fuertes. Con los hábitos adecuados, los niños pueden tener sonrisas confiadas durante toda su vida.
Problemas comunes durante la pérdida de dientes
Por lo general, ocurre con facilidad; sin embargo, para algunos niños, el proceso puede implicar complicaciones. Identificar estos problemas y resolverlos puede hacer que el proceso sea más fluido.
Dientes y encías sensibles
Cuando comienzan a perder los dientes de leche, algunos niños desarrollan problemas de sensibilidad molestos y dolorosos. También pueden experimentar dolor al comer o incluso al cepillarse los dientes.
Aunque estos problemas suenen graves, pueden manejarse fácilmente con algunos ajustes. Por ejemplo, una solución tibia de agua salada es conocida por ayudar enormemente a aliviar la sensación de ardor y la mayor sensibilidad.
Si está disponible un gel anestésico de venta libre, puede usarlo para aliviar temporalmente el dolor. Sin embargo, no se debe evitar una visita profesional al dentista, especialmente cuando el dolor persiste.
Apiñamiento y desalineación
La caída temprana de los dientes de leche o la erupción retrasada de los dientes permanentes aumenta la posibilidad de malposición. Cuando los dientes no tienen suficiente espacio para erupcionar, se superponen o erupcionan de forma torcida, lo que lleva a la apiñamiento. Una evaluación ortodóntica temprana puede ayudar a detectar posibles malposiciones y asegurar suficiente espacio para que los dientes permanentes erupcionen correctamente.
Dientes flojos pero que no se caen
A veces, los dientes de leche se aflojan pero no se caen, incluso cuando el diente permanente está listo para salir. Esta situación se denomina "dientes de leche retenidos", y en ocasiones esta condición requiere la intervención del dentista, para prevenir posibles complicaciones como el crecimiento torcido o molestias en las encías.
Infecciones o caries
Cuando el diente de leche en descomposición se infecta, generalmente antes de caerse, puede dañar la encía circundante. En la mayoría de los casos, el cuidado dental profesional evitará problemas secundarios que podrían afectar el diente permanente.
Comprender estos problemas comunes permite a los padres tomar medidas a tiempo para corregir la salud dental de sus hijos y mantenerlos en el camino correcto. El cuidado proactivo, los chequeos regulares y la higiene bucal ayudan a evitar complicaciones en esta fase crítica.
Remedios caseros para dientes flojos y encías sensibles
La mayoría de los niños pueden sentirse doloridos cuando los dientes permanentes reemplazan los dientes de leche. Los remedios caseros pueden ser muy útiles para aliviar el dolor y promover un desarrollo oral adecuado.
Lavado de agua salada
Un enjuague con agua salada tibia es un remedio sencillo para calmar la irritación e inflamación de las encías. Mezcla media cucharadita de sal con una taza de agua tibia, pide a tu hijo que lo haga circular suavemente por su boca durante 30 segundos y luego lo escupa.
Bolsa de hielo
Si su hijo tiene hinchazón o dolor alrededor de un diente flojo, aplicar una compresa fría en el exterior de la mejilla puede ayudar a aliviar las molestias. Use una bolsa de hielo envuelta en un paño y aplíquela en intervalos de 10 minutos.
Alimentos sólidos que conducen a la extrusión espontánea de los dientes
Debe animar a su hijo a masticar alimentos firmes y seguros como manzanas o zanahorias. El suave movimiento de masticación ayuda a aflojar los dientes de leche de manera natural, y hace que el proceso sea más rápido y menos incómodo.
Aceite de clavo para aliviar el dolor
El aceite de clavo es naturalmente antiinflamatorio y analgésico. Se puede aplicar de forma tópica en el área afectada con la ayuda de un bastoncillo de algodón. Esto podría ser útil si las encías están sensibles después de la pérdida de un diente.
Hidratación y alimentos blandos
Enseñe al niño a beber suficiente agua y seguir una dieta húmeda. Por la noche, consuma alimentos suaves y frescos: yogur o sopa de puré de patatas; esto reducirá la presión alrededor del hueco y provocará poca irritación en los tejidos blandos.
Tales remedios son salvavidas para los casos leves de incomodidad. Pero para el dolor constante o la hinchazón, visite a un dentista. Algunos pasos seguidos por los padres les permiten hacer que sus pequeños se sientan cómodos durante esta importante fase de sus vidas.
¿Cómo prepararse para los dientes permanentes?
Ahora que sabes cuándo los niños empiezan a perder los dientes, ya es hora de prepararse para los dientes permanentes.
Comienza con la caída de los dientes de leche, seguida de la aparición de los dientes permanentes, lo que es un paso crucial para establecer una salud dental duradera. Un buen cuidado durante esta transición permite que los dientes permanentes crezcan sanos y fuertes.
Comprender el calendario de los dientes permanentes
Los dientes permanentes comienzan a erupcionar entre los 6 y los 12 años. Los primeros molares, o "molares de los seis años", y los incisivos centrales inferiores comienzan a erupcionar a los 6 años. La mayoría de los niños tiene todos sus 28 dientes permanentes entre los 12 y los 13 años. Los terceros molares, o muelas del juicio, suelen aparecer entre los 17 y los 21 años.
Esto puede no ajustarse estrictamente al momento de la pérdida de los dientes de leche; por lo tanto, los chequeos dentales regulares serán importantes para seguir el desarrollo y descubrir temprano cualquier problema de alineación. Si un diente permanente tarda más de tres meses después de la caída de un diente de leche, el dentista puede recomendar radiografías para detectar problemas subyacentes.
Fomentar un crecimiento sano
Las caries y las enfermedades de las encías se prevendrán cepillando los dientes con pasta de dientes con flúor dos veces al día y usando hilo dental diariamente. Elija un cepillo de dientes adecuado para la edad, como el Oclean Kids Electric Toothbrush, que es el mejor para los niños debido a su limpieza suave y efectiva.
Abordar los cambios dentales relacionados con la pubertad
Los niños que alcanzan la pubertad se ven afectados por cambios hormonales. El aumento del flujo sanguíneo hacia las encías provoca sensibilidad o hinchazón en las encías y, a veces, más bacterias en la boca que antes, lo que puede desencadenar gingivitis. En este período, la prevención es crucial para evitar problemas futuros como la periodontitis.
Evaluación ortodóntica temprana
La mayoría de los niños se benefician de una evaluación ortodóntica a los 7 años. La detección temprana de apiñamientos, desalineamientos o discrepancias en la mandíbula se puede abordar de manera más eficaz y también puede prevenir tratamientos más complejos en el futuro.
No solo se trata de una preparación higiénica para los dientes permanentes, sino también de construir hábitos y abordar los problemas de manera temprana. Las herramientas adecuadas, la orientación y el apoyo profesional de los padres pueden ser los mejores medios para asegurar sonrisas saludables y seguras para los niños.
La conclusión
Perder los dientes de leche es uno de los hitos más importantes que un niño atraviesa; por lo tanto, entender este proceso ayuda a apoyar su salud dental. Saber cuándo los niños suelen empezar a perder los dientes de leche ayuda a los padres a acompañar a sus hijos en esta fase emocionante.
Para los padres que buscan ofrecer a sus hijos la mejor atención disponible, el cepillo de dientes eléctrico sónico Oclean es algo que deberían incorporar a su rutina. El producto fue diseñado para satisfacer las necesidades especiales de los niños. Limpia bien sin irritar las estructuras delicadas de los dientes ni su salud.